Nuestro Texas es una campaña de derechos humanos que exige el acceso a los servicios de salud reproductiva para todas las mujeres sin distinción de su localización geográfica, etnicidad, raza, estatus económico o migratorio. Esta campaña es una respuesta a las políticas aprobadas por la legislatura de Texas en el año 2011, las cuales han devastado la salud reproductiva y los sistemas de apoyo social en Texas—un sistema existente desde hace décadas que había permitido que millones de mujeres de bajos ingresos en Texas ejercieran sus derechos a los servicios de salud y la información. Estas políticas—incluyendo severos recortes al financiamiento de los servicios de planificación familiar y las regulaciones que limitan a ciertos proveedores de salud a operar—han puesto en juego la salud, la vida, la autonomía e igualdad de las mujeres y su derecho a estar exentas de maltrato.
Una de las áreas que más ha sido afectada es la parte baja del Valle del Río Grande, un área sin suficientes recursos en donde las clínicas de planificación familiar son los únicos proveedores de salud básica para las mujeres sin seguro de salud y de bajos ingresos, quienes de otra manera, no tendrían otro lugar en donde obtener servicios básicos como anticonceptivos y exámenes de detección del cáncer.
En el año 2012, el Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva o NLIRH por sus siglas en inglés (National Latina Institute for Reproductive Health) y el Centro de los Derechos Reproductivos o CRR por sus siglas en inglés (Center for Reproductive Rights) trabajaron conjuntamente para investigar el impacto de las políticas de Texas en las mujeres del Valle. La investigación ha expuesto las enormes barreras que las mujeres en el Valle han enfrentado por años al tratar de acceder a los servicios básicos de salud reproductiva, y muestra a través de las propias voces de las mujeres, cómo las políticas recientes han eliminado el poco acceso que alguna vez tuvieron. Con grandes demoras en las clínicas y la eliminación de muchos servicios que eran gratis o a bajo costo, los servicios de salud reproductiva ahora son inalcanzables y ya no están disponibles para cientos de miles de mujeres. Los resultados de salud reflejan esta realidad, de acuerdo al incremento en las tasas de embarazos no intencionados y de incidencia de las infecciones de transmisión sexual, así como también los cánceres del sistema reproductivo, que si fueran detectados tempranamente, serían prevenibles y tratables.
Aún así, las Latinas en el Valle continúan fortaleciéndose a pesar de estas violaciones a sus derechos humanos. A través de la Red de Abogacía de Latinas, las mujeres en cuatro condados del Valle trabajan colectivamente para promover los servicios de salud reproductiva para todas las mujeres. Sus campañas estratégicas han estado dirigidas hacia algunas de las barreras sistemáticas para acceder a los servicios de salud, tales como las mejoras en el acceso a los medios de transporte para comunidades rurales y aisladas y la restauración del financiamiento para las clínicas. Después de los recortes al financiamiento de los programas, las mujeres redoblaron sus esfuerzos para organizarse, educarse y movilizarse para un cambio en las políticas públicas.
Nuestro Texas, con base en los hallazgos de este reporte, propone una estrategia de derechos humanos para la formulación de políticas públicas en el área de la salud reproductiva que promueva el derecho humano fundamental de las mujeres a servicios de salud reproductiva que sean asequibles y accesibles.
Nuestro Texas. Eleve su voz por la salud y los derechos humanos de las mujeres.